MATE es nuestro modo de hacer con orden. Es un modelo que nos permite desarrollar un proyecto racionalmente, con reglas y principios. MATE puede leerse como una serie de instrucciones que contribuyen a crear un objeto coherente: un producto editorial de calidad.
Nos aseguramos de que el contenido (la información recibida por el cliente) sea correcta y detallada. La información incorrecta o faltante retrasa la entrega del trabajo.
Antes de abordar cualquier trabajo debemos definir con el cliente todos los aspectos técnicos pertinentes a su proyecto. No dejamos detalles «para después». Debemos contar desde el principio con información suficiente para desplegar todos los recursos editoriales con seguridad.
Cumpliremos rigurosamente la fecha de entrega. No empezaremos una nueva etapa sin resolver todos los aspectos de la anterior.
Definimos el equipo responsable: (a) los artífices, quienes ejecutan la obra; (b) los recopiladores, los que proveen información, fotos, datos, etc.; y (c) los validadores, los responsables de aprobar contenido y forma.
Nos interrogamos sobre la particular necesidad de comunicación del proyecto. Dialogamos, reflexionamos y tomamos un camino. Entran en juego conocimientos, experiencia y comparación.
Es el sistema esquelético que soporta el peso del contenido y brinda estabilidad al cuerpo de la obra. Se concreta en un detallado índice de contenidos.
Formado el esqueleto, el cuerpo empieza a completarse. Nuestra área de edición de contenidos cuenta con ReportBox, nuestra plataforma digital especialmente creada para recabar información precisa y exhaustiva sobre cada aspecto de la estructura.
La información validada se transforma en un texto, que debe poseer las siguientes propiedades:
– Claridad: accesible y comprensible para todo lector.
– Coherencia: la organización lógica entre todas las partes del texto.
– Cohesión: la relación entre las partes, que forma una textura.
– Registro: Adecuación al universo compartido con el lector y a la situación comunicativa.
A partir de este momento, todo el proceso anterior empieza a materializarse. Los recursos gráficos hábilmente manejados combinan textos e imágenes que transmiten una idea; crean y estructuran mejor los contenidos; refuerzan la transparencia y coherencia.
Es la unidad del diseño editorial. Todos los elementos: textos, colores, líneas, fotos, tablas, gráficos, pies de página, etcétera, se combinan y forman un conjunto estructurado coherentemente y legible.
Es la etapa de caza de errores y erratas.